De la Mañana a la Medianoche, Georg Kaiser

[Vom Morgen bis Mitternacht]. Drama de Georg Kaiser (1878-1945), aparecido en 1916, característica obra del Expresionismo (v.). Un cajero, pequeña vida estrecha de filisteo meticuloso, cuando una señora hace cierto día un gran ingreso en la caja, se siente como impulsado por un soplo de gran vida y roba la cantidad. Va a su casa por última vez y ve a su familia, que lo cree loco, luego huye, sabiendo que le persiguen. Sólo le queda una jornada, desde la mañana hasta la medianoche, para llenarla con la vida que seguramente existe. Y aquí co­mienza su loca carrera. Primera etapa: en un velódromo. Para aguzar la fiebre de los corredores y del público, ofrece como pre­mio una parte de la suma robada. Se­gunda etapa: un baile, en el que busca aventuras amorosas. Tercera: el Ejército de Salvación, en el momento en que los pecadores se confiesan. Sube a la tribu­na, confiesa su hurto, y lanza el resto de la suma a los presentes, que se arro­jan sobre este río de oro. Mientras bus­can a la policía, se pega un tiro. El dra­ma avanza con un furor sin tregua; exteriormente, la obra sigue la técnica del cine, es la película de uno que corre el Amok.

El lenguaje tiende a abreviaciones telegráficas, pero abunda en ideas, en vi­siones profundas. Sin embargo, el lado trá­gico del cajero, que a pesar del sacrificio de su existencia, no consigue gozar de la vida soñada, no está logrado. ¿En qué pier­de su última jornada este cajero apocalíp­tico? En buscar las sensaciones de una gran ciudad. Este nuevo rico, incurable, peque­ño burgués, es, por tanto, la caricatura del verdadero Fausto. No tiene alma. Es una máquina lanzada a un «prestissimo». Se cree al principio, como a menudo ocurre en Kaiser, que se trate de un misterio; pero en realidad se trata únicamente de un in­genioso melodrama.

F. Lion