[Atts dem Kriege]. Entre los primeros testimonios de valor literario sobre la guerra europea de 1914-1918 en alemania, figura este volumen de apuntes de Rudolph Binding (1867-1938). Ninguna posición tendenciosa domina este diario, voluntariamente dejado incompleto por el autor, para no amortiguar ni con el más mínimo velo lo inmediato de la anotación. Releyendo hoy aquellas páginas, parece casi imposible que, en medio del tumulto de la guerra tan duramente combatida, fuera posible tanta tranquilidad en un espíritu, para considerar con lucidez, sin conceptos preconcebidos, las más variadas, ya atroces, ya triviales, pero siempre extraordinarias situaciones, que se presentaron de continuo en cada una de aquellas jornadas inolvidables. Pero Binding, poco a poco, se había ido preparando para una experiencia que fuera concluyente en su vida, y la guerra fue verdaderamente para él la prueba del fuego. La vivió hora por hora, llegando a recoger en su diario lo esencial de cada momento, bien sea hablando de lo que pensaba cada día, bien de las cosas más inesperadas o de los acontecimientos de menor relieve.
Cierto que en Binding, bajo las apariencias de un temperamento más severo, hay el mismo interés en la guerra como «hermosa aventura» que el que empujaba a D’Annunzio a la lucha. Pero hay en él menos fuego literario, menos íntima complacencia, y mucha libertad de juicio, bien hacia los propios conciudadanos, bien hacia los superiores, l<o cual mientras por una parte le aleja de todo dannunzianismo, por otra le lleva a formular, como reflejados en un clarísimo espejo, todos los acontecimientos capitales de la guerra. Seguimos así, año tras año, la lenta parábola que llevó a alemania a la derrota. El testimonio literario, de un lirismo cálido, pero contenido, se alterna con el testimonio histórico, haciéndose casi una misma cosa con él. Ya que en una guerra, vista no como una crónica, están contenidas todas las guerras, este volumen se leerá también en otros tiempos y se comprobará que el autor, en algunos momentos, tuvo acentos proféticos a pesar de la simplicidad y humildad, al menos exterior, de la anotación. Binding mandó una formación de caballería desde octubre de 1914, en zona de guerra, hasta el mes de agosto de 1916, en que fue llamado para formar parte del Estado Mayor de una nueva división.
R. Paoli