[De fide ad Gratianum Augustum]. Es uno de los pocos escritos dogmáticos de San Ambrosio, obispo de Milán (3309-397) y, como los demás, no tiene la importancia de los escritos morales y exegéticos del gran santo. Se compone de cinco libros dirigidos al emperador Graciano — y escritos a petición de éste—; los dos primeros fueron compuestos hacia fines del 377 y principio del 378, en el momento en que Graciano se disponía a partir para el Oriente a fin de ayudar a Valente en su campaña contra los godos; los tres últimos fueron redactados entre 379 y 380. La obra tiene el carácter de iniciación que era de esperar, dado su fin de instruir al joven emperador, espiritualmente discípulo del santo: en los dos primeros libros es defendida, según la doctrina ortodoxa y contra los arrianos, la plena y perfecta divinidad del Hijo de Dios; en los últimos tres se expone la doctrina ortodoxa acerca del Espíritu Santo.
M. Niccoli