[Bilder aus der deutschen Vergangenheit]. Obra histórica de Gustav Freytag (1816-1895), publicada de 1859 a 1867. La obra, que contribuyó no poco a promover la corriente de la «Kulturgeschichte», ofrece, como su título señala, una serie de escenas históricas, que en su conjunto forman una visión unitaria del desarrollo de la vida social y espiritual (no política) del pueblo alemán, desde la época de las primeras relaciones con los latinos hasta mediados del siglo XIX. Cada capítulo, casi sin excepción, contiene un documento, un fragmento de leyenda, de crónica, de diario, de autobiografía, de cartas, y todo esto con el objeto de poner al lector en contacto directo con los monumentos del pasado y, de esta manera, aclarar la exposición haciéndola más concreta. La peculiar posición que ocupa esta obra en la historia de las doctrinas historiográficas, está en gran parte subordinada al programa político del autor. En efecto, Freytag se dedicó a la política inmediatamente después de 1848, militando en las filas de los liberales-nacionales, por los cuales fue reconocido rápidamente como jefe.
La revolución de febrero despertó, como ya se sabe, el interés hacia las clases excluidas hasta entonces de la política activa: y esto llevó en alemania a una forma de historiografía que, sobrepasando la justa exigencia del examen de la eficacia de las condiciones sociales y de las clases inferiores sobre el desarrollo político, tomó a su cargo, exclusivamente, la historia social y espiritual de las clases que no participaban directamente en el gobierno, eliminando inflexiblemente de sus tratados los sucesos políticos. La historia de la cultura se escindió de la historia del Estado y se dedicó, de una manera definitiva, a glorificar las sólidas clases pudientes y satisfechas, fieles a las tradiciones, carentes de ambiciones políticas. Representante de esta tendencia historiográfica, y uno de los fundadores de la misma, puede decirse que es Freytag con sus Cuadros del pasado. Su obra, que quería ser de propaganda nacional, se basaba curiosamente en la convicción de que la solidez y la habilidad para los negocios y para la vida es una virtud específica alemana y, sobre todo, de la burguesía alemana, y que además rio se ha producido por condiciones políticas y sociales, sino que es autóctona.
Así nació una historia del pueblo alemán en donde nobles y militares son considerados como miembros poco menos que superfluos para el Estado, y en donde se tiene en gran estima, puramente teórica, a las clases trabajadoras, estima que prácticamente desconocen los pueblos latinos y anglosajones, mientras que los eslavos representan la abstracta antítesis del germanismo. Por lo que respecta a su exposición, el sistema de intercalar documentos fue una innovación no totalmente carente de peligros, en cuanto que presupone en el lector una preparación crítica que está lejos de hallarse muy difundida. En cuanto al estilo, se considera como una de las obras maestras de la prosa alemana.
M. Merlini