Caza Mayor, Giulio Bechi

[Caccia grossa]. Escenas y figuras del bandidaje sardo, de Giulio Bechi (1870-1917) publicadas en 1900. Giu­lio Bechi, oficial de infantería, participó con su batallón destacado en Cerdeña en la campaña contra el bandidaje, los años 1897-1900, y recogió en estas páginas, las mejores de cuantas escribiera; impresiones, recuer­dos, imágenes de Cerdeña y de sus habitan­tes, episodios de aquel bandidismo extendido por toda la isla, y al que alimentaba la te­rrible ley del valor personal impuesto sobre todo. Encontramos en estas páginas la figura de María Antonia, hermana del bandido Serra-Sanna, cuya cabeza valía 25.000 liras. La llamaban en Nuoro «Sa Reina», la reina, dispuesta siempre a galopar por los montes para llevar noticias a los hermanos. La del bandido Berrina, que, no contento con haber roto de un tiro el brazo del propietario An­tonio Dore, publicó en el país de Dorgáli un manifiesto prohibiendo a todo el «que quisiera pasar tranquilo la vida», el servir ni en casa ni en el campo a Antonio Dore.

Y fue obedecido tan cumplidamente que al cabo de un año, el rico propietario y su familia estaban reducidos a la miseria más completa. Para terminar con estos abusos y estos horrores, el prefecto de Sassari or­ganizó una especie de detención en masa; a partir de un día determinado, en tocan­do la medianoche, «los carabinieri» y solda­dos apostados a las salidas de los pueblos, Y detenían a cualquiera que pasase. La opera­ción dio buenos resultados; gracias a este sistema fueron detenidas cerca de 450 per­sonas y entre ellas los cómplices más im­portantes. Los bandidos quedaban, sin em­bargo, libres en las montañas; sólo algunos meses más tarde, en un barranco salvaje, a veinte millas de Orgosolo, murieron algunos de los más feroces en un combate en el que también perdieron la vida varios carabi­neros. Todo el libro está escrito con la sol­tura y la rapidez propias de los artículos periodísticos. Acrece el interés y la vivaci­dad, el hecho de que se evocan imágenes de un mundo hoy desaparecido. E. Grasso