[Breviloqium]. Tratado filosófico del franciscano San Buenaventura de Bagnorea (1221/1222-1274) compuesto antes de 1257. Esta obra, junto con el Comentario a los cuatro libros de sentencias del cual el Breviloquio es como un resumen, con el Itinerario de la mente hacia Dios (v.) y la Reducción de las artes a la Teología, forma un todo que contiene los elementos de un completo sistema de filosofía escolástica unida íntimamente a la teología. Mientras el comentario, compuesto a los veintisiete años comprende más de 4.000 páginas en folio, el Breve discurso comprende cerca de ciento en 16.°; lo cual demuestra su carácter de. sumario. Y mientras en el Itinerario el autor procede por vía de ascensiones, de las criaturas a su fin supremo, en el Breviloquio, con proceso inverso, desciende de Dios, fuente de todas las cosas; y trata en la primera parte de la naturaleza divina, de la divina presciencia, providencia, sapiencia, etc.; en la segunda, de la creación del mundo de los espíritus, de los cuerpos, del hombre, etc.; en la tercera.de la corrupción introducida por el pecado, original y actual, etc.; en la cuarta, de la Encarnación del Verbo; sus razones, tiempo, circunstancias, modos, y de la Pasión de Cristo; en la quinta, de la gracia del Espíritu Santo, de sus géneros, acción, efectos, etc.; en la sexta, de los diferentes sacramentos, su origen, administración, eficacia, etc.; en la séptima, de los «novísimos» del hombre, valor de los sufragios por los difuntos, resurrección de los cuerpos, fuego infernal y gloria del Paraíso. Esta obra ha sido definida por los teólogos católicos como «el más sublime compuesto del dogma católico» y, al mismo tiempo, la que, en forma más popular, da una idea de la teología de San Buenaventura. No tiene carácter polémico ni apologético, sino sólo expositivo, evita las complicaciones escolásticas, adoptando un estilo que quiere ser sencillo, y aunque dogmático, persuasivo. También se muestra en ella el espíritu modesto y conciliador del autor, que huye de disputas y se adhiere a la opinión común «como la más segura», y que sólo aspira a ser un «pobre compilador»; y en realidad logra ser un equilibrado y ponderado crítico. [Trad. castellana de Fray León Amorós, O. F. M., y otros, en Obras, I (Madrid, 1945)].
G. Pioli