Bodas en Corinto, Anatole France

[Les noces corinthiennes]. Poema dramático en tres par­tes de Anatole France (François-Anatole Thibault, 1844-1924), publicado en 1876. El sencillo argumento se desenvuelve en la Corinto greco-romana de los primeros siglos del Cristianismo, y tiene su origen en el contraste entre la nueva religión triunfan­te y el espíritu del viejo paganismo que no se resignaba a morir en los griegos más fieles a las viejas tradiciones. El joven Hippias, hijo de un rico comerciante, al hacer escala en Corinto en el curso de uno de sus largo viajes, se enamora de Dafne, la hija del viejo Hermas, fiel amigo de su pa­dre. Pero la madre de la jovencita, Calista, que ha abrazado el Cristianismo con faná­tico ardor, no ve con buenos ojos esta boda: ella está aquejada de un gravísimo y mis­terioso mal, y promete a Dios que dedicará la vida de su hija a la religión si ella logra la curación implorada. La madre cura y en vano la pobre Dafne se muestra asustada de tal sacrificio: presa de supersticiosos te­rrores y persuadida por el místico fanatis­mo de la madre, acaba consintiendo a la re­nuncia de la vida mundana. Pero a su vuelta, Hippias le recuerda su juramento, y despierta en ella, gracias a su fogosa elo­cuencia, el mismo desbordante amor de que él está poseído.

La pobre muchacha, destrozada por otra parte por las maldicio­nes maternas, después de haber prometido a Hippias huir con él, no se siente con fuer­zas de hacerlo. Aquella misma noche sale secretamente de casa, celebra con Hippias el matrimonio según el antiguo rito pagano, en un pequeño templo sepulcral, y, a con­tinuación, se envenena con el propio vino de las libaciones. El pastor Teognis, que acude con la arrepentida madre para li­berar de su voto a la jovencita y bendecir su unión con Hippias, llega demasiado tar­de. Hippias, que sólo entonces oye la reve­lación del funesto designio de su mujer, prorrumpe en desesperadas blasfemias con­tra el nuevo Dios, al que hace responsable de su desdicha. El drama, pobre de movi­miento dramático, pero desarrollado con fi­nísimo estilo, en versos de factura delicada, ha de clasificarse dentro del movimiento parnasiano en el que de joven France par­ticipó activamente (v. Poemas dorados). Como el propio France declara en una nota de tono erudito, el asunto de este drama procede de una narración fabulosa del es­critor greco-helenístico Flegón de Tralles (que vivió hacia el 200 d. de C.), en la que se inspiró también una balada de Goethe. Pero France complica y renueva libremente el argumento, tanto respecto al antiguo pro­sista como al poeta moderno.

M. Bonfantini