[Ars Magna Lucís et Umbrae]. Tratado en diez capítulos del matemático alemán padre Athanasius Kircher (1602-1680), publicado en Roma en 1645. La obra trata de todos los fenómenos relativos a la luz conocidos en aquella época. Después de revisar ampliamente todas las fuentes de luz, desde el sol a las luciérnagas y a los animales fosforescentes, el autor considera el fenómeno de las sombras y del color que él afirma que es luz en sus varios aspectos («ergo color idem quod lumen est»), discutiendo y analizando las definiciones dadas por los filósofos precedentes. La obra trata después de las coloraciones de los diversos cuerpos en la naturaleza, de los rayos y de las radiaciones, comparando los rayos luminosos con los sonoros, cuyo fenómeno considera Kircher agudamente: admite así que la voz grave intensa corresponde al color negro, la voz aguda y blanda al color blanco, etcétera, y afirma además la existencia de los particulares «rayos del alma», que, según él, se manifiestan en pensamientos, telepatías, etc.
En los capítulos sucesivos se consideran los cuerpos celestes (se dedican muchas páginas a la medida del tiempo con minuciosas descripciones de varios tipos de reloj), los fenómenos de reflexión y refracción luminosa, los varios efectos de luz obtenidos con espejo o mediante la cámara oscura (cómo se pueden hacer aparecer espectros, imágenes proyectadas desde el exterior, etc.). Finalmente la obra trata de los espejos curvos, y razona acerca de los famosos espejos ustorios con los que se dice que Arquímedes quemó las naves de los romanos, y describe nuevos artificios para obtener ilusiones mediante espejos y lentes que proyecten sobre pantallas situadas en la pared de una habitación oscura imágenes y escritos extravagantes. Aun entre el fárrago de hipótesis fantásticas, y de supersticiones, son numerosas las observaciones originales y las noticias importantes del autor, en particular las relativas a la luz y a sus fenómenos.
O. Bertoli