[A travers chants]. Con este título Héctor Berlioz (1803-1869) reunió en un volumen, en 1862, sus artículos más importantes de crítica musical. Además de colaboraciones en publicaciones menores, la actividad de Berlioz, como crítico musical, se desarrolló principalmente en el «Journal des Débats» (1834-1863), en la «Revue et Gazette musicale» (1834-1859) y en el «Rénovateur» (1833-1835). De esta actividad se lamentó a menudo, como de un trabajo forzado, impuesto únicamente por las necesidades económicas. Con todo, reveló dotes de escritor superiores a la solidez de sus opiniones críticas. Reina en sus artículos el humorismo fantástico propio de los románticos, desde Hoffman a Heine, de Nodier a Gérard de Nerval. Su estilo es vivo y brillante, y revela una intensa participación en el movimiento literario contemporáneo.
Las opiniones y los gustos musicales que Berlioz manifiesta en estos artículos, sin intentar jamás reducirlos a sistema, son característicos del Romanticismo; gran fe en el movimiento artístico contemporáneo, entusiasmo por lo nuevo, predicación de la «libertad» musical con objeto de desembarazarse de las viejas reglas tradicionales y de crear un «género instrumental expresivo», capaz de conscientes efectos descriptivos (en substancia, el poema sinfónico); escasísimo conocimiento de Bach y de Hándel, incomprensión de Mozart y Haydn, odio hacia Cherubini, desprecio por Rossini y la música italiana, tradicional admiración por Weber, culto religioso por Beethoven; en efecto: el examen de las Sinfonías (v.) de éste, de sus Tríos (v.), de sus Sonatas (v.), del Fidelio (v.), constituye el núcleo fundamental de A travers chants. Son notables, además del artículo sobre el Der Freischütz (v.) de Weber, los dedicados al Orfeo y al Alcestes (v.) de Gluck, músico en el cual Berlioz admiraba con interpretación singular y digna de ser meditada — elementos prerrománticos.
M. Mila