[Ad Scapulam]. Breve escrito apologético-polémico de Quinto Séptimo Florentio Tertuliano (cerca de 150- post. 220), el primer gran escritor latino del África cristiana. La obrita, de cinco capítulos, está dirigida al procónsul romano de África, Tertulo Scapula, que seguía una política de cruel persecución con los que profesaban la religión cristiana. La obra puede seguramente fecharse en el 212-213. Los motivos en ella expuestos, están casi todos ampliamente desenvueltos en la obra apologética más importante del propio Tertuliano: la Apologética (v.). Contesta a las principales acusaciones hechas a los cristianos: sacrilegio, hostilidad a los intereses públicos, lesa majestad, y afirma la libertad que por derecho natural tiene cada uno de seguir la religión que cree: defiende la lealtad perfecta del cristianismo hacia el emperador «que está puesto por Dios para que le honre, ame y reverencie, y para querer que siga con todo el imperio romano en tanto éste persista».
Por tanto, apuntando a un motivo que será largamente desenvuelto en De mortibus persecutorum, de Lactancio, amenaza con la ira divina a los perseguidores de los cristianos, que ya en vida son y serán por este delito heridos por los rigores de la Providencia; el propio Scapula está atormentado por el mal, desde que arrojó a las fieras a un cristiano de Hadrumeto. Scapula no debe por tanto «combatir a Dios» y en su poder está evitar la detención de los cristianos que niegan los delitos que injustamente se les imputan. Por otra parte, los cristianos no temen: «vuestra crueldad — dice — es nuestra gloria». Los cristianos son legión; si Scapula quiere extirparlos, se verá precisado a diezmar a la propia Cartago. Debe pues pensar en los propios intereses de la provincia que gobierna. Los cristianos se encomiendan al único abogado que tienen: a Dios; a cuyo lado, los propios superiores de Scapula, que son hombres mortales, nada pueden ni nunca lo podrán.
M. Niccoli