[Giro del mondo]. Relación de un viaje alrededor del mundo de Giovanni Francesco Gemelli Careri (1651- 1725), publicada en Nápoles, en seis volúmenes, en 1699-1709. El autor emprendió solo la vuelta al mundo, de 1693 a 1698, siguiendo el itinerario de Constantinopla y del Mar Negro.
Desde Alejandría de Egipto, remontando el Nilo, visitó El Cairo, las Pirámides y los lugares santos de Jerusalén. De allí volvió a Alejandría, se hizo a la vela para Constantinopla, Esmirna y Trebisonda, y allí con una caravana llegó a Erzerum y a Persia, donde visitó las ruinas de Persépolis. Del golfo Pérsico se dirigió, por mar, a Damán, en la India, y a las colonias portuguesas de Bassin y Goa. Allí quiso visitar la corte y el campamento del Gran Mogol, Oranzevo, que a la sazón tenía ochenta años y cuyos alojamientos móviles se extendían por treinta millas, con medio millón de hombres. De Goa zarpó para la China, y llegó a Malaca, .y desde allí a Macao, Navegando por ríos y canales llegó a Pekín, donde el jesuita Grirrialdi, que presidía el Tribunal de las Matemáticas, le presentó al emperador, aficionado a la Astronomía. Visitó después la «Gran muralla», «obra desatinada»; y regresando a Cantón y Macao, volvió al mar y se fue a las islas Filipinas y a Manila, depósito de todo bien de la naturaleza y del arte.
Dé las Filipinas, en un galeón español, efectuó el largo pasaje a México. Y es ésta la parte de su viaje más provechosa, por la relación sobre las condiciones en que estaba el país después de la conquista española, y por la contribución que presta al conocimiento de las antigüedades mexicanas. En efecto, Careri visitó y describió las pirámides de. Teotihuacán; y publicó algunas pinturas que formaban parte de la coleccion, después dispersa, de Sigüenza y Góngora, y que representaban reyes mexicanos, la tabla mexicana de la división del tiempo y el manuscrito con pinturas de la relación sobre el «camino que. siguieron los mexicanos cuando desde los montes bajaron a habitar en la laguna de México, con los jeroglíficos que significaban los nombres de lugares y otras cosas». Vuelto a su patria por la vía de Los Ángeles, Veracruz, La Habana, Cádiz, cruzando España, Tolosa y Marsella, llegó en diciembre de 1698 a Nápoles, después de cinco años, cinco meses y veinte días de viaje. La relación publicada por Gemelli es doble: el diario por él compilado durante su viaje, que puede tenerse casi enteramente por verídico, y el relato redactado en su patria, para el cual siguió a menudo narraciones de otros viajeros, hasta el punto de describir localidades, como Ceilán, Sumatra, Borneo y la Cochinchina, que no había visto.
Para embellecer su narración añadió la relación de un viaje efectuado por el interior de África por fray Giacomo Albani y fray José María de Jerusalén, rica en fábulas y fantasías. Pero son infundadas las acusaciones, desmentidas por misioneros y otras personas, de haber descrito un viaje ficticio. Humboldt aseguró no haber podido nunca sorprender en error a Gemelli en sus descripciones de lugares y de aldeítas de México, ni en sus noticias, especialmente sobre la historia de su conquista.
G. Pioli