[Réflexions sur la poétique]. Obra del jesuita René Rapin (1621-1687), publicada en 1674, que forma parte de un amplio repertorio dividido en dos tomos: Comparaisons des grands hommes de Vantiquité, donde se proponen modelos de todas las ciencias dignos de imitar; y Réflexions sur Véloquence, la poétique, l’histoire et la philosophie, donde se indican las reglas que hay que seguir.
La intención de la obra es reconstruir la afición a lo bello en la naturaleza y en el arte, a través del estudio de los antiguos, maestros en todos los campos del saber. Las Réflexions sur la poétique repiten dichos conceptos aplicándolos a la poesía. El poeta ha de poseer un genio extraordinario, don del cielo; luego, se indican minuciosamente las dotes indispensables al buen poeta, quien como finalidad ha de tener sobre todo la purificación y corrección de las costumbres. Se examinan luego los diversos géneros de poesía en lo que cada uno tiene de particular. Las Réflexions parten todas ellas de la poética aristotélica, que para el autor es la única norma, sin discusiones ni variaciones, acomodada al racionalismo más restringido. Los principios, hechos más estrechos por una mentalidad aguda pero limitada, están expresados con absoluta rigidez y llevados a sus últimas consecuencias: severidad para los modernos, especialmente italianos y españoles, condenados por haber sacrificado a la fantasía la razón, el sentido común y las reglas.
Sin embargo, la obra, junto con la Manera de bien pensar (v.) del padre Bouhours, sirve para comprender mejor la doctrina del clasicismo francés, enunciada con mucho mayor fuerza por Boileau en su Arte poética (v.).
L. Sechi