Obra del pensador catalán Jaime Balmes (1810-1848), publicada en 1845. Es un arte de pensar al alcance de todas las inteligencias, en el que se simplifica la lógica teórica hasta reducirla a unos pocos principios y reglas, ilustrados con abundancia de observaciones y de ejemplos escenificados. Balmes amplía la concepción usual de la lógica, que se limita a enderezar el entendimiento, hasta hacerla abarcar al hombre entero, de suerte que la rectitud intelectual refluya sobre las demás facultades y se resuelva en equilibrio del espíritu.
En los capítulos introductorios (I al III), Balmes define este arte de pensar bien, pondera su trascendencia y fija dos condiciones del mismo: el buen uso de la atención y la acertada elección de carrera, que implica el cabal aprovechamiento de las aptitudes nativas.
El cuerpo de la obra (capítulos IV al XXI) contiene un minucioso estudio del entendimiento especulativo, tanto en orden a sus objetos — posibilidad, existencia y naturaleza de las cosas — como en orden a las formas de su actividad, a sus métodos y a sus facultades auxiliares — corazón e imaginación—. Revisten mucho interés, en esta parte, la valoración del testimonio humano, sobre todo en las informaciones periodísticas, en las relaciones de viajes y en las obras de historia; y, asimismo, las aplicaciones del arte de pensar bien en la filosofía de la historia y en la religión, a cuyo propósito la apologética balmesiana halla una vez más un campo donde explayarse.
En el capítulo XXII y último, que ocupa casi una tercera parte de la obra, Balmes examina el entendimiento práctico, mostrando la manera de elegir rectamente los fines de nuestras acciones y los medios más aptos para alcanzarlos, sin dejarse desviar por las pasiones. La verdad del entendimiento se traduce así en bondad y armonía de la vida, que caracteriza al hombre completo. Descúbrense, en la concepción expuesta, la ascendencia cartesiana y el influjo del famoso tratado de Arnauld que lleva por título L’art de penser. El Criterio, con el que se inicia el ciclo filosófico en la producción balmesiana, fue compuesto en breve tiempo, entre el 1 de octubre y el 21 de noviembre de 1843, en un escondrijo de la masía catalana del Prat de Dalt, de la parroquia de San Feliu de Codinas, donde Balmes se había refugiado huyendo de la persecución desatada en Barcelona al tiempo del levantamiento progresista del general Espartero, sin tener a su disposición libros ni otros materiales de consulta.
Mandó la obra a la imprenta a fines del año 1844, después de haberle puesto la actual división en capítulos y párrafos de la que originariamente careció, por haber sido escrita de un tirón y a manera de un discurso. Es la más divulgada entre las obras de su autor, que ha obtenido numerosas ediciones, entre las cuales merecen ser citadas la edición crítica, incluida en la de sus- Obras completas (Barcelona, 1925-26), y la edición conmemorativa del centenario de su aparición (Barcelona, 1945).
J. Carreras Artau