[Letters to his Son and to his Godson]. Epistolario de Philip Dormer Stanhope, cuarto conde de Chesterfield (1694-1773). Escritas con fines educativos, las dos recopilaciones en las que se apoya la fama de Chesterfield, fueron publicadas en 1774 y en 1890. Llenas de sugerencias de todo género, entre las cuales sobresalen las referentes a las buenas maneras dirigidas a su hijo, que era particularmente agraciado. Abundan en observaciones históricas, geográficas, y sobre todo morales. Se acusa a Chesterfield de no incluir en la moral las relaciones sexuales; pero si es verdad que en sus cartas hay curiosas indulgencias e incomprensiones que un moralista puede encontrar del todo reprobables, se ha exagerado al atribuirle una inmoralidad de la cual está exenta gran parte de su obra. Escritas en inglés, en latín y en francés, estas cartas proponen como fin de la vida un placentero éxito, y a éste quieren dirigir a su hijo y a su ahijado, a los cuales el autor escribió casi diariamente durante largos años. Aconseja sobre todo una clara visión personal del mundo y rehuir los juicios comunes y las opiniones de los demás, todo lo cual prestará originalidad a su carácter, e independencia a sus acciones. Un frívolo egoísmo y un exacto sentido de la vida mundana, prestan a veces a Chesterfield una elegante frialdad que ha sido tachada de cinismo. Suprime el sentimiento con la pulcritud cortés de un clásico, y define con frase exacta y elegante y con lengua siempre simple y natural, aquello que él cree digno de ser perseguido por los caballeros a quienes se dirige.
A. Camerino