[Annunziazione di Nostra Donna]. Representación sacra de Feo Belcari (1410-1484). Es inseguro el año de su composición. Su metro es la octava rima.
La escena está poblada por el Ángel anunciador y por un denso coro de profetas y sibilas; aparte, en el fondo, destaca la figura de la Virgen en actitud de orar. Tras haber anunciado la fiesta y el argumento a los espectadores, el Ángel se dirige sucesivamente a cada profeta y cada sibila, invitándoles a pronunciar su profecía; y gran parte de la representación está ocupada por la sucesión vocal de estas profecías, ingenuo revoltijo de lo cristiano y lo pagano, donde están confundidos como sibilas incluso los profetas Sofonías, Miqueas y Oseas. Aquí hay refundido libremente un material muy diferente, eclesiástico y legendario. Acabada la profecía, la Virgen eleva su fervorosa plegaria, el cielo se abre y Dios Padre ordena a Gabriel que anuncie a la Virgen. Gabriel entona una alabanza en honor de Dios y luego se aproxima a la Virgen, saludándola en latín con las palabras de la lección segunda del Oficio de la Beata Virgen del tiempo de Adviento; y en latín responde la Virgen. La representación acaba con dos capítulos ternarios en honor de la Virgen y de los ángeles. El momento poético es uno solo, en una escena inmóvil: el canto del Ángel y las palabras de la Anunciación; pero la escena está preparada y acentuada por el ritmo lento y solemne de las profecías que crea el clima litúrgico en que se efectúa el misterio de la Anunciación. Esta tentativa de poesía coral, aunque artísticamente no esté conseguida, es el elemento interesante de esta representación que se relaciona estrechamente con el drama litúrgico. Sobre el mismo argumento de la Anunciación, Belcari escribió otra representación sacra de mayores complicaciones escenográficas (v. Representación de la Anunciación).
D. Mattalía