Juanito sin Miedo, Lorenzo Viani

[Giovannin senza paura]. Obra narrativa de Lorenzo Viani (1882-1936), publicada en 1924. En estilo sencillo y austero (y ello porque se dirige, a lo menos en su propósito editorial, a los niños) cuenta la vida de Juanito (Giovan­nin). Su padre, Giando il Mastino, marinero, muere, en un acto de generosidad, arras­trado por los remolinos. En la pobre casa desolada el muchacho crece rebelde y da numerosos disgustos a su madre; abandona la escuela y con otros chiquillos lleva las cosas que roba a un encubridor. Hasta que los guardias le prenden. Salvado de la cár­cel, su santa madre, que había hecho todos los sacrificios para proporcionarle un oficio y alejarle de los peligros del mar, antes que verle en la cárcel otra vez, prefiere con­fiarle a un capitán, Argante: éste lo acoge, por amor a su difunto padre, en su «Cassandra».

Pero el buque va a estrellarse en una noche infernal, contra una escollera; la noticia de la nueva desgracia llega al pue­blo. Lloran la muerte del niño; la maestra manda hacer una lápida en que es recordado Giovannino Bianchi de ocho años «el cual navegando hacia su ensueño desapa­reció en las aguas de Córcega la noche del 15 de marzo de 1856». Pero el chiquillo, que estaba en la estiba encerrado por el capitán, es encontrado moribundo por un pastor, Sisizio. Giovannino crece en la isla de Pianosa en medio de una vida salvaje. Muere un santo ermitaño en la cima del monte; muere también el pastor dejando cien escu­dos; si dentro de un tiempo dado no viene a recogerlos el capitán de un buque calabrés serán del atrevido Giovannino. Éste consigue por fin volver a su patria; sus seres queridos todos han muerto; su madre, su abuela, su hermanito, y nadie de aquel pueblo lo reconoce: una misma lápida in­dica la desventura atroz de toda una fami­lia. Giovannino comprende el amor de su madre y la oscura tragedia que le llevó vagabundo por las riberas.

Esta obra, no privada de elementos inspirados, tiene un tono propio para los niños, con vivaces es-corzos en su narración; por su agilidad de toques (que hacen más significativa toda­vía los dibujos del autor) debe considerarse sin duda como una de las mejores obras de la literatura infantil contemporánea en Italia.

C. Cordié