[La cesta]. El título de esta comedia de Plauto (255?-184 a. de C.) viene de la cestita, con chucherías para ser reconocida, en que había sido abandonada la pequeña Selenia. Había cuidado de recogerla la hetaira Melenis, la cual, a pesar de su vida poco casta, había querido que la niña fuese criada honestamente. Pasados algunos años y hecha mujer, Selenia conoce al joven Alcesimarco, cuyo padre le ha prohibido casarse con la hija de una cortesana, y que además quiere emparentarse con un rico vecino, Demifón. Pero Demifón había violado en su juventud a una muchacha y ésta había tenido una niña que había sido abandonada. Queriendo reparar su culpa se había casado después con la madre, y hacía años que se dedicaban a buscar a la hija perdida. El astuto criado de ellos, Lampadión, siguiendo ciertos indicios, consigue descubrir — precisamente cuando los dos amantes están reducidos a tal desesperación que ya piensan en un doble suicidio — que Selenia es nada menos que la muchacha buscada, y su reconocimiento no sólo evitará a la bella Selenia seguir el mismo camino que su madre adoptiva, sino que le permitirá realizar su sueño de amor, casándose con el joven Alcesimarco. Menandro ha sugerido aquí a Plauto una delicada representación de afectos humanos, aunque el ambiente principal sea el equívoco de las cortesanas, y los precedentes converjan en una escena de violencia carnal. El temperamento de Plauto está aquí oprimido por la personalidad del original de que se sirve, pero en lugar de palidecer, consigue participar en su clima y darnos una comedia que, sin duda, hubiera merecido las simpatías de un Terencio. La comedia nos ha llegado incompleta. [Traducción española de P. A. Martín Robles en Comedias de Plauto, tomo III (Madrid, 1944) con el título La arquilla].
F. Della Corte