Novela, en parte autobiográfica, en parte alegórica y satírica, publicada en 1792 por el veronés Ippolito Pindemonte (1753-1828). Abaritte, joven «tangutano» (es decir, italiano), debe tomar por mujer a la graciosa Emma, a quien nunca ha visto: hace un largo viaje, de placer y de instrucción, por varios países. La muchacha emprende el mismo viaje, en compañía de un anciano pariente. Así los esposos predestinados, sin conocerse, se encuentran en las capitales de Tartaria (alemania), Siberia (Francia) y Nueva Zembla (Inglaterra). Las alusiones a las costumbres de cada nación europea son evidentes: y rasgos diversos, llenos de ingenio y vivacidad narrativa, hacen variada la relación, aparte de las vicisitudes del protagonista y de su misteriosa novia. Ambos acaban enamorándose; y si el joven muchacho, por haber prometido casarse con la doncella que le espera en su patria, no se atreve a confesar su angustioso estado de ánimo a su amada, al fin se descubre que son precisamente los novios que los padres habían decidido casar; de modo que, de viajeros desconocidos, se transforman en felices esposos. Aparte la curiosidad por esta obra narrativa de un autor cuyo nombre está ligado sobre todo a la traducción de la Odisea (v.) y a la dedicatoria de los Sepulcros (v.) de Foscolo, son de notar, en ella, las agudas y amables observaciones sobre los varios pueblos y gobiernos de la época. Hay en ella un tono apacible de novela dieciochesca entre amable e irónica, como era el ánimo de Pindemonte; pero ello no es suficiente para evitar el acartonamiento de ciertas escenas y reflexiones moralizadoras.
C. Cordié