En la ciudad de Traquis, el heraldo Licas anuncia a Deyanira, mujer de Heracles, el retorno del marido de su última campaña guerrera. Entre las prisioneras de guerra destaca la bella Yole, la nueva amada de Heracles. Tras conocer la traición de su marido, la despechada Deyanira envía a Heracles una túnica impregnada de la sangre del centauro Neso, que ella cree que posee virtudes de filtro amoroso, y que contrariamente, es un veneno mortal.
Cuando se entera de que su esposo se ha envenenado, y que, medio loco por los sufrimientos, ha matado a Licas, Deyanira se quita la vida a su vez. Próximo a su fin, Heracles ordena a su reluctante hijo que lo ponga sobre una pira en el monte Eta, y que tome por esposa a Yole. El coro está formado por las Traquinias, las muchachas de Traquis con las que Deyanira se confiesa.