El libro más conocido y significativo del poeta peruano José Santos Chocano (1875-1934), publicado en 1908. En obras precedentes, el autor había demostrado más redundancias de retórico y defectos de imitador que cualidades de poeta original. Alma América es la página madura y señala la conseguida fusión entre la inspiración y la capacidad expresiva del autor que, aquí también, sigue las huellas de escritores superiores a él y trasfunde en sus sonoros endecasílabos y en sus cantarines versos cortos, el ánimo con que Rubén Darío escribió la Oda a Roosevelt: y estremeciéndose de lirismo grandioso y exuberante por su continente, exalta su pasado de luchas y esplendores coloniales y su sal-va je y virginal belleza, profetizando un futuro de gloria, unión y poder, frente ai coloso del Norte. «¡Cuando acabe el invierno del dolor — vendrá la primavera de la gloria!». Otras influencias americanas están presentes en este libro volcánico, de Bolívar a Rodó, afirmadores de la independencia absoluta del continente sudamericano. Para Chocano, los Andes se convierten en tema central; vistos en conjunto, están retratados como grupos de titánicos héroes «que se elevan con escudos graníticos — y con yelmos de plata refulgente». Y cada uno de estos héroes, metamorfoseado en gigantescas montañas, en su afán de liberación «Sólo deja, estático y sombrío — rodar desde su cúspide más alta — la silenciosa lágrima de un río».
Otro motivo que aparece en su libro y en el cual, por necesidad narrativa, su lenguaje atenúa su grandilocuente pero sincera exaltación y el éxtasis a veces barroco en una exquisita cinceladura de imágenes, es la evocación histórica, en una serie de felices visiones: conquistadores, héroes aztecas, incas, araucanos. Pizarro y la leyenda de la empuñadura regalada a un mendigo. La España imperial y áspera, y la poderosa América, reviven en endecasílabos y alejandrinos de ágil y vigorosa factura. Fantástica y feliz en su armonía imitativa y en su plasticidad, Choca- no recoge incluso temas elevados ya a clásicos por Andrés Bello, como las leyendas sobre la flora americana; perfecta en su género es, en Alma América, la leyenda «Café, Tabaco y Caña». Tres princesas enamoradas del sol, son transformadas en plantas por demasiado fervientes adoradoras de la danza, del sueño y del canto; y aquí la magia verbal consigue crear un clima de fábula y transfigurar poéticamente la realidad. Y mientras en casi todas sus demás páginas se muestra visual y perfecto Sensual, en sus últimas páginas Chocano muestra su evolución hacia una poesía más sobria y más íntima.
U. Gallo