[Sejanus His Fall]. Tragedia en cinco actos y en verso de Ben Jonson (1572-1637), representada en 1603 y publicada en 1605. La fuente principal de Jonson es los Anales (v.) de Tácito, libros IV y V; fuentes suplementarias son la Historia romana (v.) de Dión Casio y la Vida de Tiberio (v. Las Vidas de los doce Césares) de Suetonio, la décima sátira de Juvenal y la Tranquilidad del espíritu (v.) de Séneca. Cerca de una cuarta parte del drama es transcripción de fuentes; la historia de la ascensión y caída de Seyano ofrece materia para una tragedia árida — si no se tocan las cuerdas románticas ni pasionales —, pero robusta. Ningún conflicto en el ánimo de los personajes pero la astuta duplicidad de Tiberio, la jactancia de su favorito, son delineadas magistralmente por el autor que, dotado de infinita capacidad para el latigazo satírico, poseía poca para la compasión. La escena culminante de la lectura, en el Senado, de la ambigua y pérfida carta de Tiberio, que provoca el arresto de Seyano (acto V), ha sido imaginada por Jonson de una manera bastante libre con respecto a las fuentes: por otra parte, en la escena en que Livia con Seyano y Eudemo preparan el asesinato de Druso, las noticias sobre los afeites usados por las señoras romanas están aprovechadas con notable efecto satírico además de procurar color local. Pero basta comparar la rigidez lineal de Livia, inflexible como una máquina, con la patética y turbia humanidad de lady Macbeth (v.) para medir la distancia entre un trágico inspirado y un docto dramaturgo.
M. Praz
Su Roma es un país donde se va derecho al fin, donde justicia y piedad ya no son barreras válidas. Costumbres de conquistadores y de esclavos, entre los cuales el juicio humano parece pervertido, y la corrupción y la infamia admiradas como señales de perspicacia y energía. (Taine)