[Le Rameau d’or]. Título de la última colección de poesías de Pierre de Nolhac (1859-1936), publicada en 1933. También en estos versos el viejo humanista recoge los temas que le son tan queridos y que ya le dieron ocasión para sus Poemas de Francia y de Italia (v.), como puede apreciarse por los mismos títulos de las distintas partes y de muchas composiciones (El testamento de un latino, v.; «La Roma eterna», «Mediterráneo», «Versos romanos», «El estudiante de Aviñón», «En el país de Mistral», «Ciudades latinas», «Imágenes francesas»).
Pero aquí, sin embargo, se siente un nuevo acento en el cotejo entre la elegancia un poco estudiada y el tono lírico inevitablemente modesto de esta poesía de cultura. Nolhac poeta se muestra renovado en su edad más avanzada: bastante más moderno, más atento a la música del simbolismo, en más íntimo contacto con la vida. Estas cualidades se imponen sobre todo en la última parte del libro («Laus Florentiae» y los tres grupos de «Versos de invierno»). La inspiración es aquí incomparablemente más pura y personal; tanto es así, que a los numerosos ecos precedentes viene a sustituirlos un nombre solo: Baudelaire; pero tampoco es una imitación servil, sino un delicado recuerdo de un arte poética más íntimamente sentida y dolorosamente humana. Poesía de recuerdos que desfilan en la sombra de la muerte inminente con la extraña nitidez del sueño, premio a una vida noblemente vivida y consagrada siempre al culto de la belleza.
M. Bonfantini