Novela del escritor Ricardo León (1877-1943), escrita en el año 1909. Su protagonista es un solterón retraído a las bellezas del pasado — estilos, modos, costumbres, artes —, y que ha vivido siempre ligado a la tutela de su madre, cuya falta le sume en el más cruel de los desamparos morales. Rico, comodón, egoísta como todos los solterones poco imaginativo, nos cuenta sus cosas: qué le rodea, de qué se compone su ambiente, etc. Por último sabemos que unos primos suyos, que viven en Málaga, le invitan a pasar con ellos unos días. En Málaga conoce el sabor de la alegría, de las fiestas, bailes y discreteos, y, por fin, se enamora, a sus cincuenta años, de una chiquilla de quince, Trini, su sobrina. Trini tiene ya su prometido, joven y juerguista, y el solterón comprende que no hay mejor solución que volverse a su casa- palacio de Oviedo, que tiene un puñado de habitaciones cada una de un estilo diferente, para acabar sus días con la placidez que le inculcó su costumbre tan vieja como él mismo. Novela suave, con todo el aparato arcaico de que tanto gustaba su autor, no produce ni pena ni gloria con su lectura.
C. Conde