Karl Rossmann, un adolescente de dieciséis años siempre tranquilo y sonriente, es enviado por sus padres a América —una América en todo inventada y alegremente fantástica— para que olvide a una sirvienta a la cual ha dejado embarazada. Recibido benévolamente y luego alejado sin motivo por un tío suyo, se junta con dos vagabundos, los abandona para emplearse como ascensorista en el gran «Hotel Occidental», se reúne con ellos nuevamente cuando también, y siempre sin motivo, es despedido del hotel y, finalmente, encuentra empleo en el «Gran Teatro» de Oklahoma. La novela se interrumpe en este punto.