Nació en 1546 en Venecia, donde murió en 1591. Fue la cortesana literata más célebre de la Italia renacentista. Mantuvo amistad con poetas y artistas, dedicándosele diversas obras poéticas y pictóricas.
La fama de su belleza llegó hasta el mismo rey de Francia, Enrique III. Hacia 1580 viose complicada en un proceso inquisitorial, y sin duda a causa de ello mudó su vida fácil para dedicarse al ejercicio de la caridad cristiana. Además de muchos sonetos esparcidos en las colecciones coetáneas, dejó un libro de Tercetos (1537, v.), ajeno ya por su realismo a la tendencia petrarquista, y un conjunto de Lettere familiari a diversi, dedicado al cardenal Luis de Este.