Salvatore Di Giacomo

Nació el 12 de marzo de 1860 en Nápoles, donde murió, en Portici, el 4 de abril de 1934. Se trata de un excepcional ejemplo de la fusión en una sola voz de la historia y la poesía de Ná­poles. Interrumpidos los estudios de Medi­cina, fue atraído por el periodismo; luego prefirió la tranquila vida de las bibliotecas.

Dentro del mundo literario napolitano de su juventud definióse a sí mismo como «verista sentimental». Sus primeras colecciones de versos locales (Sonnetti, 1884; ’O funneco verde, 1886; ‘O munasterio, 1887; Zi’ Munacella, 1888; A San Francisco, 1895) alcan­zaron notable éxito incluso fuera de su tierra.

Sin embargo, hasta después de la admirable colección Ariette e sunette (1898), cuyo polo opuesto serían las Canzone e ariette nove (1916), y entre ellas la primera colección ricciardiana de las Poesías (v.), no consideró la crítica a Di Giacomo como uno de los más elevados representantes de la lírica italiana contemporánea. Nuestro autor al­canzó finalmente plena personalidad en una serie de poesías inspiradas en las lozanas fuentes de la lírica griega.

Muy poética resulta asimismo casi toda su obra narra­tiva (v. Cuentos napolitanos, En la vida) y teatral (v. En San Francisco, Assunta Spina), incluso en aquellos momentos en que parece predominar la preocupación realista. En cuanto a su actividad de erudito cabe citar Cronaca del teatro San Carlino (1891), Cele­brità napoletane (1896), Napoli: figure e paesi (1909) y Luci ed ombre napoletane (1914).

G. Doria