Es el autor de un comentario a la Tebaida de Estacio (v. Escolios a la «Tebaida»). Su nombre, Celio Firmiano Lactancio, lleva a confundirle con el apologista homónimo (v.); sin embargo, el desconocido escoliasta es un pagano ferviente, cuyo misticismo neoplatónico resulta absolutamente ajeno al cristianismo. Según la opinión más general, debió de vivir durante el siglo IV; no obstante, muchos elementos del léxico permiten situar el comentario en cuestión en el siglo VI, en tanto la predilección del autor hacia la mitología, que ha inducido a atribuirle un compendio de las Metamorfosis de Ovidio (Narrationes fabularum Ovidianarum), sugiere la hipótesis de un escritor aún más próximo a Estacio, cuya obra habría sufrido algunas interpolaciones en épocas posteriores.