Nació en Niegusi el 1.° de noviembre de 1812, murió en Cetina el 19 de octubre de 1851, fue el último soberano de Montenegro que reunió en sus manos el poder temporal de príncipe y el espiritual de «vladika» (obispo) ortodoxo. Fino literato, ha vinculado su nombre a las más bellas páginas de la poesía serbia. Sucedió en 1830 a Petar Petrovich I y hubo de luchar inmediatamente contra la oposición de la familia Radonich, que reivindicaba para sí el poder temporal y el cargo de «guvernadur», dejando a los Petrovich únicamente la autoridad religiosa. Pronto alcanzó el triunfo Petrovich Niegosh: en 1830 fueron expulsados los Radonich y suprimido el cargo de «guvernadur». Después de fracasar algunas tentativas destinadas a independizar a Montenegro de Turquía, Petrovich Niegosh se dedicó a la reorganización interior del principado.
En 1833 apareció en Cetiña la primera tipografía y se inauguró la primera escuela. Al mismo tiempo se imprimió la primera recopilación poética del joven príncipe. Aunque basó su política en la amistad y protección de Rusia, Petrovich Niegosh mantuvo también buenas relaciones con Austria. En 1837 visitó a Mettemich en Viena y compuso un himno en su elogio; en 1844 repitió sus viajes a Viena. Los años 1844-47 fueron los más intensos de su actividad literaria, a pesar de las repetidas luchas fronterizas y del malestar interior. Después de un poema filosófico de fondo religioso con abundantes influencias literarias, El rayo del microcosmos [Luca Mikrokozma, 1845], escribió Petrovich Niegosh, en 1847, la célebre Guirnalda de la montaña (v.).
De vuelta de una estancia en Italia, y después de investigar en los archivos de Venecia, pudo terminar aún en 1851 — antes de sucumbir a la tuberculosis — un poema dramático sobre el aventurero y falso zar Scepan Mali, que se había refugiado en Montenegro. En vísperas de su muerte había realizado otro viaje a Italia por motivos de salud; compuso en tal ocasión su último canto, la bella y clásica poesía Visita a Pompeya.
R. Picchio