Nació en Tarragona o en Bracara hacia 390 y murió después del año 418. Ordenado de sacerdote, abandonó España para marchar al África junto a Agustín, bien porque los vándalos le hacían allí la vida imposible, bien porque deseaba perfeccionar su formación teológica en su escuela y llegar a ser capaz así de sostener la lucha contra los herejes. En respuesta a su Commonitorium de errore Priscillianistarurn et Origenistarum, recibió de Agustín un escrito sobre tales errores y, además, el consejo de reunirse con Jerónimo en Palestina, con el fin de profundizar mejor las cuestiones relativas a los origenistas y en especial las referentes al alma. Orosio partió llevando dos opúsculos de Agustín y una carta de recomendación que lo presentaba a Jerónimo «como hijo por la edad, colega por la dignidad, despierto de ingenio, pronto de palabra, rápido en el estudio» (Agus. carta 166).
Llegó a Belén al terminar la primavera de 415 y se vio envuelto en la lucha contra los pelagianos, en la que estaba empeñado Jerónimo. A invitación del obispo Juan, tomó parte en Jerusalén en el debate público de julio de 415, y refirió en él todo lo que en África se había hecho contra Pelagio, sin conseguir evitar las acusaciones de los simpatizantes de Pelagio para los cuales escribió el Liber apologeticus. En 416 regresa Orosio a Occidente llevando a Roma un escrito de San Jerónimo sobre la resurrección de la carne y a África, al sínodo de Cartago, cartas de los obispos galos que combatían en Palestina contra Pelagio; por último, llevaba a su patria las reliquias de San Esteban con el relato de su descubrimiento, traducido al latín por Avito de Bracara. Orosio no llegó a España a causa de las malas noticias recibidas de allí; dejó en Menorca las reliquias y marchó a África a visitar a Agustín, Allí escribió, por consejo de éste, los siete libros de la Historia contra los paganos (v.), obra terminada hacia 418; después de este año, no se sabe ya nada más de él.
G. Lazzati