Nació en 1840 y murió en 1906. Fue el iniciador de la poesía criolla haitiana en lengua francesa, aun cuando escribiera también composiciones líricas en el dialecto de la isla (una mezcla de criollo y francés).
Ocupó importantes cargos políticos en su patria y viose apreciado y estimado por sus conciudadanos como el intérprete más grande y sincero del alma criolla. Su pequeño poema Choucoune (1884, v.), llamado «la Mireya haitiana», es muy notable por el realismo plástico y cromático a través del cual pinta el amor sobre el fondo de la espléndida y sensual naturaleza de la isla.
Su lírica se destaca de la de sus predecesores porque rechaza los modelos que ellos escogían (Horacio, Hugo, Lamartine, etcétera) y se acerca directamente a la vida de su gente y de su tierra, abundante en fragancias, flores y mujeres. La pasión, en sus aspectos más violentos, mórbidos, elegiacos e ingenuos, hallan en Durand un cantor lozano y sincero, poseedor de una auténtica capacidad poética. Nuestro autor supo introducir felizmente el elemento latino en el ambiente tropical y obtener, de esta suerte, matices originales y a menudo profundos.
P. Raimondi