Nació en Sebenico (Dalmacia) el 9 de octubre de 1802 y murió en Florencia el 1.° de mayo de 1874. Graduóse en jurisprudencia en Padua (1822), y luego se dedicó durante algún tiempo a investigaciones y trabajos sobre los clásicos. Llegado a Florencia para colaborar con Vieusseux en «Antología» (v.), permaneció siete años en esta ciudad; durante este período publicó el Diccionario de sinónimos (1830, v.) y los numerosos textos aparecidos en la mencionada revista. Desterrado por algunos ataques dirigidos contra Austria y Rusia, marchó a Francia, donde estuvo en París (allí apareció, en 1835, De Italia, v.), el «Midi» y Córcega; de esta vida errante, llena de experiencias amorosas y espirituales, son testimonio, entre otras obras, la novela Fe y belleza (1840, v.) y los Cantos populares toscanos, corsos, ilíricos, griegos (1841, v.).
Vuelto a Italia después de una amnistía (1839), conoció de nuevo dificultades por su apoyo a la causa italiana. Librado de la cárcel por los venecianos, fue ministro de Instrucción Pública de la República de Venecia, y luego embajador en París. Participó en la defensa de la ciudad de San Marcos (1849), y después se refugió en Corfú, donde permaneció hasta 1854. Durante su estancia en Venecia publicó el Diccionario de estética (v.). Entre 1854 y 1859 estuvo en Turín, y posteriormente regresó a Florencia; aquí pasó los últimos años de su vida, dio a la luz numerosos textos de carácter diverso, y trabajó activamente en el gran Diccionario de la lengua italiana (1859-1879, v.). Tommaseo fue, indudablemente, una personalidad de primera categoría en el ambiente literario romántico de Italia.
Poeta, novelista, erudito, lingüista, lexicógrafo, estético y polemista, adoleció empero, del defecto propio de los polígrafos, atentos a demasiados intereses culturales. Católico intransigente en el ámbito de las ideas, vivió en continua lucha entre la atracción de los sentidos y el afán cristiano de pureza (v- Diario íntimo). Su inspiración poética (v. Poesías) se halla continuamente regida por una complicada sintaxis, aun cuando también por un sutil análisis de la significación de las palabras, que induce al autor a buscar en el lenguaje los mismos tormentos e impulsos morales propios de su conciencia humana; a causa de ello la poesía de Tommaseo resulta muy próxima a la de los decadentes. Entre las restantes obras del escritor cabe mencionar el pequeño poema Una criada (1837, v.), las Memorias poéticas (1838, v.) y los ensayos reunidos en Historia civil en la literatura (1872, v.).
G. Petrocchi