Nació en Foix (Ariége) el 24 de diciembre de 1800 y murió en Brièvre el 23 de septiembre de 1847. Poseedor de un notable, pero basto, talento literario y de una ardiente capacidad de invención, luego de los versos juveniles, Amours françaises (1824), intentó en 1828 el teatro con Roméo et Juliette. La necesidad obligóle a aceptar la dirección de un taller mecánico; sin embargo, este trabajo no le impidió cultivar sus aficiones teatrales, de las que ni tan sólo consiguió disuadirle el fracaso obtenido en 1829 con su tragedia en verso Christine à Fontainebleau. Una nueva comedia, Nobles et bourgeois, en prosa, fue silbada en 1830; tampoco el drama Clotilde, representado dos años después, conoció el éxito. El autor inclinóse entonces a la novela, género que inició infelizmente en 1832 con Les deux cadavres. Siguieron en 1833 L’homme à la blouse y Le roi de Sicile.
De 1834 son Le comte de Toulouse y Le vicomte de Béziers. El ansiado triunfo sonrió finalmente, y de una manera clamorosa, a la novela Las memorias del diablo (1837-38, v.). El mismo éxito alcanzó en 1839 El maestro de escuela (v.), otro fruto del romanticismo decadente, emparentado con los casos complicados, lastimeros o terroríficos, propios de la narrativa de folletín cuyos maestros fueron Alexandre Dumas padre y Eugène Sue. Otra novela, Le lion amoureux, apareció el mismo año 1839, en el transcurso del cual tuvieron también lugar la representación del drama Diane de Chivry y la publicación de la novela Le fila de la folie. Después de Eulalie Pontois (1842) y La confession générale (1840-46), obras pertenecientes asimismo a este último género narrativo, el autor obtuvo un gran éxito en el teatro con La closerie de genêts (1846), típico ensayo de drama popular. Póstuma, en 1868, vio la luz otra obra teatral, Hortense de Blengy.
C. Falconi