Nació el 17 de abril de 1813 en Nápoles, donde murió el 3 de noviembre de 1876. Su padre formóle en los principios de la ilustración, que luego permanecieron en él como elementos básicos de toda su vida espiritual. Estudió Leyes en Nápoles e inició el ejercicio de la abogacía, pronto abandonada en favor de los estudios literarios y lingüísticos. Enemigo de la dinastía borbónica, estuvo en la cárcel desde mayo de 1839 hasta octubre de 1841. Vuelto a su existencia oscura de profesor privado, relacionóse nuevamente con los círculos opuestos a los Borbones, y manifestó sus tendencias en la vibrante Protesta del popolo delle Due Sicilie, aparecida en 1847. Refugióse luego en Malta, y a su regreso, al año siguiente, ingresó en el Ministerio de Instrucción Pública.
Descontento, empero, de la caótica libertad del período constitucional, dimitió muy pronto y fundó, con otros compañeros, el grupo «Unitá Italiana». Detenido en 1849, fue condenado a muerte, pena que, sin embargo, le fue conmutada por la de presidio, que sufrió hasta el año 1859. Durante el cautiverio llevó a cabo una traducción de Luciano y reanudó los antiguos estudios de literatura italiana. Llevado a América por el gobierno borbónico junto con otros detenidos, su hijo Rafael apoderóse de la nave que transportaba a los presos y obligó a la tripulación a desembarcar a éstos en.
Queenstown. Vuelto posteriormente a Italia, llegó a inspector general de Instrucción Pública y a catedrático de literatura italiana en la Universidad de Nápoles. Por aquel entonces participó asimismo en la vida política del país. Dedicó sus últimos años a la actividad literaria, documentada por una serie de Scritti vari (reunidos en 1882 en un conjunto; cfr. los Scritti inediti, 1909) y, sobre todo, por las Lecciones de literatura italiana (v.) y los Recuerdos de mi vida (v.).
R. Romeo