Louis Couturat

Nació en París el 17 de enero de 1868, murió en Ris – Orange el 3 de agosto de 1914. Terminados los estudios de bachillerato en el Liceo Condorcet, fue admitido en 1877 en la École Normale Supé­rieure, logrando en ella en 1890 la «agré­gation» en Filosofía.

Pero pasó un año más en la escuela siguiendo los cursos de la Facultad de Ciencias y consiguiendo la li­cenciatura en Matemáticas en 1892. En mayo de 1894 y en el siguiente año académico 1894-95, enseñó en la Facultad de Letras de Toulouse como «maître de conférences», pasando después, como profesor titular, a la Universidad de Caen, donde enseñó has­ta 1899.

Mientras tanto, en 1896, se casa y en el mismo año consigue el doctorado en Filosofía, desarrollando la tesis que había de constituir su obra maestra filosófica, De l’infini mathématique, donde el clásico tema es abordado a la luz de las nuevas técnicas proporcionadas por la lógica matemática, disciplina de la cual, en su tiempo, fue uno de los más notables cultivadores y el más activo propagandista (v. Los principios de las matemáticas).

Descontento de la carrera universitaria, y económicamente indepen­diente por otra parte, se retira de la cáte­dra en 1899 (todavía enseñará en 1905-06 en el Collège de France, a ruegos de Berg­son para que le sustituyera durante un año) y regresa a París, donde se dedica a los estudios de Lógica matemática y a la orga­nización del primer gran congreso interna­cional de Filosofía, que se desarrolló en París el año siguiente, 1900.

Durante este congreso se discutió el problema de la len­gua universal y nació, vistos los defectos del viejo esperanto, una nueva lengua uni­versal, la «ido», una especie de esperanto reformado, que momentáneamente gozará del favor de algunos círculos de doctos, entre ellos el también lógico y matemático turinés G. Peano.

Couturat se lanzó con entusias­mo a esta empresa, a la que dedicaría mu­chas de sus mejores energías, desempeñan­do varios cargos en la sociedad entonces constituida para la difusión de la «ido» y publicando varios trabajos sobre el tema, entre ellos la Histoire de la langue universelle (París, 1903, en colaboración con L. Leau) y Les nouvelles langues intemationales (París, 1900).

Pero al mismo tiempo continuaba dedicándose a estudios teóricos e históricos de Lógica, publicando en 1905 La logique de Leibniz (fruto de una misión en Hannover para estudiar los trabajos iné­ditos de Leibniz publicados por C.). Murió en un accidente automovilístico, precisamente el día de la declaración del estado de guerra entre Francia y alemania.

G. Preti