Nació en Florencia en 1378 y murió en la misma ciudad el 1.° de diciembre de 1455. Excepto un viaje a Roma, en donde admiró a Giotto y a Cavallini, y una breve estancia en Rímini, donde trabajó para los Malatesta, vivió siempre en Florencia, en el apasionado ambiente artístico en que actuaban Brunelleschi y Masaecio, Jacopo della Quercia y Paolo Uccello.
Extraordinario escultor, es gran estilista más que verdadero creador de un estilo. En 1403 fue elegido para ejecutar la segunda puerta del Baptisterio, a pesar de tener como competidores a Brunelleschi y a Jacopo della Quercia, y en 1425 le fue confiada la tercera puerta, llamada del Paraíso. Mientras tanto, efectuó bajorrelieves para el Duomo de Siena y la tumba de San Zenobio para Santa Maria del Fiore. De su taller, donde trabajaba también su hijo Vittorio, que ayudó a su padre en la ejecución de la tercera puerta, salieron numerosos trabajos de orfebrería y terracotas, que ejercieron influencia sobre la producción de su época. En cuanto a su educación, se sabe que procede del ambiente del Giotto, y por éste tuvo una gran admiración, como se lee en los Comentarios (v.).
Es ésta una obra tardía (se recuerda, en efecto, en ella su estancia en Roma el año 47), que quedó poco menos que abocetada en el tercero y último libro, en el que G. deduce su teórica de Plinio y de Vitruvio; pero también de los tratadistas medievales, hasta el punto de contraponer a las proporciones vitruvianas el llamado canon de Varrón. En el libro primero intenta una historia del arte antiguo, no muy seleccionada y abundante en prejuicios; más importante es el segundo, en el que habla agudamente de artistas bien conocidos por él, de los que traza la biografía a través de sus obras.
A. Pallucchini