Nada seguro ha sido averiguado con certeza sobre la persona de este poeta florentino, siendo dudosa su identificación — aventurada por algunos historiadores — con el juez Lapo Gianni dei Ricevuti — de quien se tienen noticias concretas entre 1298 y 1328 —, y con otro juez, Lapo del Borgo di Gianni del Sesto. Lo único que sabemos de cierto de él procede de los textos literarios: de sus Rimas (v.), pertenecientes al «dolce stilo novo», que nos indican que el poeta vivió a finales del siglo XIII y comienzos del XIV, y de las de sus contemporáneos.
Deducimos también que fue amigo del Dante; por el mismo Dante, en un célebre soneto, y por Cavalcanti, conocemos el nombre de su mujer, Lagia. Las dieciséis composiciones que le son atribuidas eluden, de un modo aún más claro que las de sus contemporáneos, todo contacto con la realidad circundante, de modo que la figura del artista se refugia en una zona abstracta y soñadora que es la mejor condición de su poesía. A este propósito se citan los bellísimos versos de «amore, eo chero mia donna…», su obra maestra y una de las más perfectas del «dolce stilo novo».
F. Giannessi