Historiador y ensayista venezolano n. en Barquisimeto en 1851, murió en 1943. Hizo sus primeros estudios en el colegio La Concordia, de El Tocuyo, pueblo próximo a su ciudad natal, y se doctoró en Derecho en la Universidad de Caracas en 1885, con la tesis El consumo se limita con la producción.
Filósofo positivista, diplomático y político, representó a su país en diversas reuniones internacionales (1893- 1907), y volvió a desempeñar cargos diplomáticos y políticos con el dictador Juan Vicente Gómez: ministro de Instrucción Pública en 1911 y 1912, presidente del Senado en 1913 y 1915, presidente del Consejo de Gobierno y encargado accidentalmente de la presidencia de la República, presidente de la delegación venezolana a la Sociedad de las Naciones en 1923 y ministro en México en 1933. G. F. cultiva la novela (en su juventud), el ensayo filosófico y sociológico, y la historia. Logra triunfar en este último aspecto, por su seriedad y sus métodos renovadores en su Historia Constitucional de Venezuela (v,); no pasan de intentos narrativos sus novelas Julián (1888), ¿Idilio? (1892) y Pasiones (1895), con pretensiones de análisis psicológico.
Tampoco alcanza los límites de la trascendencia su Filosofía Constitucional (1890), que publica en París. Podríamos afirmar que su nombre literario se debe exclusivamente a los tres volúmenes de la Historia ya citada, si no hubiera publicado en 1895 el primer ensayo histórico-sociológico aparecido en Venezuela y titulado El hombre y la Historia, libro de especial interés, sobre todo, considerado desde el ángulo de observación del tiempo en que se produjo. Realmente, G. F. es un historiador y sociólogo positivista.
J. Sapiña