Escritor y político español. Nació en Monzón el 14 de septiembre de 1844, murió en Graus el 8 de febrero de 1911.
Pensionado por la Diputación de Huesca para visitar la Exposición de París de 1867, escribió con este motivo su primer libro, Ideas apuntadas en la Exposición de París, que dedicó a los agricultores españoles.
Entre los años 1872 -y 1873 se doctoró en Derecho y Filosofía y Letras. En 1878 ganó una plaza de notario en Granada, y ya había sido abogado del Estado en Guipúzcoa, Guadalajara y Huesca, y catedrático supernumerario en Madrid.
Profesor de la Institución Libre de Enseñanza, tomó parte en el Congreso de Jurisconsultos de Zaragoza (1880); en el español de Geografía colonial y mercantil (1883) y en los trabajos iniciales de la Sociedad de Africanistas.
Desde 1901 perteneció a la Academia de Ciencias Morales y Políticas. A raíz de la pérdida de las colonias se lanzó a la vida política. Reformista primero, no tardó en pasar al partido republicano.
En 1908 intervino brillantemente en la información pública sobre el proyecto de ley llamada del terrorismo que Maura quería implantar. Entre sus numerosas obras destaca la titulada Poesía popular española y mitología y literatura celtohispana (1881).
En la poesía del pueblo, en los refranes y leyendas, busca C. las raíces de un verdadero tratado de política nacional. En su ideología política y social no faltan paradojas. Entusiasta del Cid como figura literaria, proclama, en cambio, la necesidad de cerrar su sepulcro con doble llave. Partidario de la libertad en la enseñanza, pensaba que sólo una dictadura espiritual y jurídica podía salvar a España.
En realidad, C. sintió profundamente la crisis de su país y trabajó por el renacimiento español en lo pedagógico, jurídico y agrario. Su obra plantea problemas que todavía no han perdido actualidad. Entre su copiosa producción citamos: Teoría del hecho jurídico, individual y social (1880, v.), El Derecho consuetudinario de España (1896- 1897), Oligarquía y caciquismo… (1901-1902, v.), etcétera.