Nació el 20 de noviembre de 1739 en París, donde murió el 11 de febrero de 1803. De condición humilde, quedó huérfano a los diez años y fue recogido en el colegio de Harcourt. En 1763 se le representó con éxito Warwick; sin embargo, las tragedias que a continuación dio a la escena fracasaron por completo, a pesar de la aprobación de Voltaire. El drama Mélanie (1770), prohibido por la censura, abrióle, no obstante, el camino de la Academia (1776) y le procuró el favor de las tertulias, confirmado por las lecturas de las tragedias Phïloctète (1783) y Coriolan (1784).
En el Mercure, escribió acerca de teatro y literatura, afinando su propia vocación crítica, a la cual inducíale también la acritud de su temperamento; así pudo devolver los ataques recibidos como dramaturgo. En 1786, abandonada la escena, empezó a explicar en el Liceo Marbeuf el curso de literatura al cual debe su fama. Entusiasta defensor de la Revolución, al ser encarcelado en 1794 reflexionó y pasó a una posición opuesta; viose proscrito el 18 fructidor, y sólo después del 18 brumario pudo reanudar, con escaso público, su actividad docente. Publicó entonces sus lecciones bajo el título El liceo (v.), y, a pesar de sus protestas de inocencia y buena fe, vio aumentado el número de sus enemigos al publicar entre 1801 y 1807 la Correspondance littéraire que había mantenido con el gran duque de Rusia, luego Pablo I.
S. Morando