Nació el 10 de julio de 1834 en Lowell (Massachusetts) y murió en Londres el 17 del mismo mes de 1903. En 1843 marchó a Rusia con su padre, ingeniero civil constructor de la línea ferroviaria San Petersburgo-Moscú. En la primera de estas dos ciudades Whistler frecuentó la Academia Imperial de Bellas Artes. Cuando, en 1849, falleció el progenitor, víctima del cólera, la madre llevóse a James y a otro hijo a Pomfret (Connecticut), a pesar del ofrecimiento del zar, quien proponía mantenerles en la corte como pajes imperiales. Whistler estudió entonces a lo largo de tres años en la Academia Militar de West Point; sin embargo, fracasado en los exámenes, permaneció un año (1854-55) en Washington, donde trabajó en el levantamiento del mapa litoral de los Estados Unidos.
Posteriormente la familia concedióle una modesta renta que le permitió trasladarse a París; en adelante no habría de regresar ya a Norteamérica. Sus primeras obras realizadas en la capital de Francia no parecen influidas por maestro o escuela pictórica algunos; de quererle buscar antecedentes hay que acudir a Coubert, Velázquez y los pintores japoneses. En 1872 pintó en Londres el famoso retrato de su madre, y también muchos otros; la capital inglesa convirtióse en el centro principal de su actividad. Allí tuvo lugar su célebre discusión con John Ruskin, el conocido crítico de arte, referida en el libro de Whistler El noble arte de crearse enemigos (1890, v.).
Poco a poco fue alcanzando una nueva conciencia del realismo y de la belleza artística, con sus insólitos temas y acordes cromáticos. Resultó, además, un hábil grabador, y creó una nueva técnica en este campo. En 1866 estuvo en Valparaíso (Chile); en 1886 fue elegido presidente de la Asociación de Artistas Ingleses, y en 1890 se estableció de nuevo en París. Fallecida su esposa (Bea- trix Godwin, viuda de un arquitecto, con la cual había contraído matrimonio en 1888) en 1896, enfermó. Permaneció breve tiempo en África y Córcega antes de terminar sus días en Londres. Los cuadros de este pintor se hallan en muchos museos famosos.
L. R. Linb