Vivió entre 990 y 1050. Actualmente, los historiadores se hallan ya de acuerdo acerca de su patria, Arezzo; las discrepancias cronológicas han desautorizado la identificación de este autor con el francés Guido de S. Mauro, monje de la abadía de Saint-Maur des Fossés, cerca de París. Ingresado en el cenobio benedictino de Pomposa, intentó aplicar allí su sistema científico para la enseñanza de la música; sin embargo, ante la oposición de parte de los monjes a sus innovaciones, hubo de abandonar el monasterio (1025).
En Arezzo halló entonces apoyo a su reforma; el obispo Teobaldo eligióle maestro de canto de los «pueri» de la escuela episcopal. Experimentados y perfeccionados en dicha ciudad sus métodos, G. pudo componer,, durante el período 1028-1032, sus obras más importantes: Micrólogo sobre la disciplina del arte musical (v.), Rególe ritmiche, Prefazione delV Antifonario, el mismo Antifonario, ya de acuerdo con su nuevo sistema lineal- diastemático, y la Epístola al monje Miguel… (v.), en la que expone los principios de su método. Mientras tanto, la labor de G. recibía la aprobación del pontífice Juan XIX, quien confió al músico la instrucción de los cantores papales. La notación en líneas de colores (Fa == roja; Do = amarilla o verde), que fija las alturas de los sonidos y determina los semitonos, el sistema hexacordal, la «mano de Guido» y los restantes descubrimientos de este musicólogo abrieron una nueva era a la pedagogía musical de los tiempos medios y modernos.
G. Vecchi