Nació en fecha indeterminada, vivió en Marsella en el siglo V; murió probablemente hacia el 494. Sacerdote y escritor de temas teológicos y eclesiásticos. Con su De viris illustribus (v. De los hombres ilustres), en ciento un capítulos, G. se enlaza con la obra homónima de S. Jerónimo, convirtiéndose así en el segundo — y muy útil —anillo de aquella historia literaria cristiana que S. Isidoro de Sevilla y S. Ildefonso de Toledo continuarán más tarde con el mismo título.
En su redacción parte del 467, y se muestra fiel en la exposición de las obras y objetivo en su valoración. También fue abundante su producción propiamente teológica, dedicada casi toda ella a combatir herejías: de Nestorio, de Eutiques, de Pelagio, al cual, sin embargo, se acercaba; el capítulo 100 del De viris illustribus recuerda algunos tratados sobre el pánico milenario y sobre el Apocalipsis de S. Juan. Pero sólo nos ha quedado un opúsculo, el De eclesiasticis dogmatibus que, para algunos críticos, quizá los más acertados, sería el epílogo de los libros perdidos contra las herejías; para otros, por el contrario, correspondería a la profesión de fe dirigida al papa Gelasio con el título Epistula de fide mea, de la que hace mención el último capítulo del De viris illustribus.
M. de Benebetti