Nació el 29 de noviembre de 1797 en Bérgamo, donde murió el 8 de abril de 1848. En su ciudad natal estudió composición, así como el clavicémbalo y el órgano. Luego completó esta primera formación en el Liceo Musical de Bolonia.
Vuelto a Bérgamo, hubo de alistarse en el ejército para hacer frente a las dificultades de su familia. En 1818 escribió en Venecia su primera ópera Enrico di Borgogna, que alcanzó loable éxito. En 1822 ofreció una prueba muy convincente de su capacidad artística con Zoraide di Granada. La actividad teatral de Donizetti se halla caracterizada por una continua actividad creadora y una sorprendente ductilidad de ingenio.
Sólo mencionaremos aquí los períodos más relevantes de tal labor: de 1830 a 1832 aparecieron Anna Bolena y El elixir de amor (v.), y entre 1832 y 1835, Gemma di Vergy, Lucrecia Borgia (v.), Marino Fatiero (v.) y Lucía de Lammermoor (v.). El atractivo del arte del compositor residía en una nueva fuerza procedente de una visión romántica de la vida.
Posteriormente el músico vivió años de dolor: en poco tiempo vio morir a sus padres, una hija y su esposa, Virginia Vasselli, con la cual se casara en 1828. Tales desventuras menguaron su capacidad de creación. Hacia 1840, Donizetti halló de nuevo la feliz inspiración de sus años mejores; entonces se representan Poliuto (v.), La figlia del reggimento y La favorita (v.).
En París empezó a componer Linda de Chamonix (v.) y Don Pasquale (v.). Sin embargo, su ocaso estaba próximo. En 1845 se presentaron los primeros síntomas de una parálisis progresiva, que fue atacando los distintos centros nerviosos y le llevó a la demencia. Vuelto a la patria en septiembre de 1847, fallecía pocos meses después en su población natal.
V. Terenzio