Nació el 12 de enero de 1842 en París, donde murió el 23 del mismo mes de 1908. Colaboró en el primer Parnasse (1866), y aquel año también inició su producción poética con El relicario (v.).
Luego siempre fue en el fondo un parnasiano prosaico, cantor, en correctos y aun bellos versos, de las existencias mediocres. Este gusto sencillo y pequeño burgués, tendente a expresar en elevadas formas poéticas la vida de los pobres y la «epopeya de lo cotidiano», mereció la aprobación del público e incluso el aprecio de eminentes literatos como Anatole France.
Notable éxito lograron Intimidades (1868, v.), Los humildes (1872, v.) y Arrière saison (1887). Pero mucho mejor fue la acogida dispensada a sus obras teatrales, como El caminante (1869, v.), texto al que luego puso música Mascagni (Zanetto), y Le luthier de Crémone (1876).
Entre sus novelas destaca El culpable (1896, v.). Dejó, además, algunas memorias (La Bonne Souffrance, 1898), en las que marca su retomo a la fe.
M. Pasquali