Nació el 23 de noviembre de 1803 en la localidad de Ovstug, cerca de Briansk (gobierno de Orel), en el seno de una familia perteneciente a la antigua nobleza, y murió el 15 de julio de 1873 en Tsarkoe-Selo. Recibió en su casa, y bajo la guía del poeta Raich, una excelente formación; frecuentó luego la Universidad de Moscú, y en 1822 inició la carrera diplomática, que le había de mantener lejos de Rusia durante más de veinte años, singularmente en Alemania, en Munich, donde contrajo matrimonio y pudo relacionarse con Schelling y Heine. Ningún otro poeta o pensador ruso conoció y comprendió el Romanticismo tan intensamente como Tiutchev. El primer reconocimiento oficial de su obra lírica llególe de Pushkin, que en 1836 le acogió en su revista El contemporáneo.
En el curso del período 1836-38 aparecieron unas cuarenta poesías líricas suyas, sólo con las siglas F. T. A pesar de la elevada categoría de su protector, la crítica de la época no concedió atención alguna al autor, quien guardó silencio durante largos años; y así, cuando en 1854 publicó en un tomo una primera colección de versos, más bien que reaparecido se le consideró un poeta completamente nuevo, perteneciente al ambiente de la entonces viva escuela del arte por el arte. Mientras tanto, habían ocurrido algunos cambios en la vida de Tiutchev, el cual, fallecida su primera esposa, había contraído segundas nupcias con una bávara. Su actividad llevóle a Turín, junto a la corte sarda; aunque Italia le inspirara alguna poesía, el autor, empero, no se encontraba en este país tan bien como en Baviera, y, para poder regresar a su patria adoptiva, abandonó arbitrariamente su puesto y fue dado de baja del servicio.
Establecido en Munich, permaneció en tal ciudad hasta 1844, año en el cual decidió volver a Rusia. Allí buscó una colocación cómoda, que encontró como funcionario de la censura. Su excelente preparación filosófica, histórica y política le indujo a ocuparse de los acontecimientos europeos y a adoptar en 1848 una actitud francamente antirrevolucionaría, reaccionaria y paneslava. Sus artículos de estos años conservan incluso de una manera retrospectiva su importancia histórica. El amor a la poesía y una violenta pasión por la institutriz de su hija, M. A. Denisova, le alejaron de tales inclinaciones. La nueva edición de las Poesías (v.), de 1868, permitió comprender que el poeta no se había agotado en el curso del prolongado silencio, y que en su poesía habíanse introducido, al margen de las concepciones del romanticismo alemán, notas de una humanidad más sencilla y auténtica, posiblemente, en parte, a consecuencia de los sufrimientos que le ocasionara su amor a Denisova.
El poeta le sobrevivió, y, según el testimonio de los contemporáneos, superó su desesperación, sobre todo, mediante el retorno a la actividad y a la poesía políticas, y reanudando aparentemente la vida social para ocultar su vacío interno. Poeta excepcional en los comienzos de su labor y asimismo en su «retorno», sigue apareciéndolo todavía hoy en la influencia que ejerció en la formación de las concepciones filosófico-poéticas rusas del primer decenio del siglo actual.
E. Lo Gatto