Nació en 345 ó 346 en Sardes y murió después de 414, año en que inició una de sus obras. Educado en Atenas y discípulo predilecto del retórico Procresias, desempeñó también la misma actividad docente de su maestro.
Luego de haber enseñado en la capital ateniense por espacio de quince años, decidió marchar a Egipto; pero sus. padres le quisieron en la patria y le iniciaron en las doctrinas de Jámblico. Aun cuando no fuera médico, manifestó un notable interés por la Medicina, hasta el punto de que en sus Vidas de sofistas (v.) incluyó cuatro biografías de médicos.
Fue uno de los seguidores del movimiento intelectual que en tiempos del emperador Juliano trató de resucitar el paganismo; Eunapio, efectivamente, inicióse en los misterios eleusinos y, admitido más tarde en el colegio de Eumólpides, llegó a hierofante.
En su obra, en la que narra la vida de varios filósofos, a casi todos los cuales conoció personalmente, gusta de exponer diversas anécdotas más bien que el pensamiento o el carácter de cada uno de los sofistas señalados. Se le debe también la continuación de la crónica de Desipo, de la cual nos quedan muchos fragmentos.