Poeta argentino; nació en Buenos Aires en 1834, murió en 1880. Partiendo de dependiente de comercio, llegó a alcanzar el grado de capitán en las luchas contra la Confederación, y volvió a la palestra como teniente coronel en la revolución de 1874; fue secretario de la Cámara de Diputados, diputado y oficial mayor del Ministerio de Gobierno.
Era hombre cultivado e instruido, pero asimiló el tono y los giros del lenguaje popular en sus contactos con el pueblo y con los escritos de Ascasubi, de quien se declara discípulo. No logra la fidelidad del maestro en el lenguaje, pero lo supera en calidad emocional y artística, al igual que él mismo será inmediatamente superado en profundidad y trascendencia por otro poeta: José Hernández.
Como se advierte en su pequeña obra maestra Fausto (v.), E. del C. nos presenta al gaucho en toda su ingenuidad y sencillez, sin pretensiones de análisis psicológico ni de humorismo trascendente; su humor es alegría sin malicia; su tipos (como Anastasio el Pollo y su cuñado Laguna), campesinos, gauchos, tal como los veía el poeta, con el alma a flor de labios y sin meterse demasiado en sus entresijos.
Pero se está gestando en Ascasubi y en nuestro autor la exaltación literaria y la idealización del tipo, la vida y las costumbres de lo que podemos llamar el alma argentina en camino hacia la estructuración nacional: he aquí el interés fundamental de la poesía de E. del C.
Su Crónica de la batalla de Pavón, sus demás Poesías (1870), la polémica y la amistad de Anastasio el Pollo con Aniceto el Gallo (Ascabusi) tienen un interés menor; nuestro autor entra de lleno en las letras argentinas con su poesía gaucha y con sus descripciones de la naturaleza argentina, que en muchos momentos cobran un encanto y un vigor sorprendentes.
J. Sapiña