Historiador bizantino del siglo XV, cuyo verdadero nombre fue Miguel Critopoulos. Nació en Imbros hacia 1400, de noble familia.
Ciríaco de Ancona, el cual lo conoció en 1444 cuando visitó la isla, le llama «doctissimum et nobilem». Parece haber sido médico, y en calidad de tal debió de ingresar al servicio del sultán Mahmud II.
Al principio dirigióse a la corte del soberano con una delegación de ciudadanos de Imbros para tratar de obtener la conservación de ciertos privilegios de la isla, cuyo gobierno ejerció más tarde él mismo hasta 1466, cuando ésta fue ocupada por los venecianos.
A partir de entonces se pierden sus huellas. Algunos creen que acaso acompañó a Italia a los hijos de T. Paleólogo; en las cartas de Bessarion, efectivamente, se dice que era acompañante de los príncipes en aquel país «un noble médico Critopoulos».
La posibilidad de seguir de cerca los grandes acontecimientos que desembocaron en la caída de Constantinopla, y finalmente, en el hundimiento del Imperio bizantino, le impulsó al deseo de narrarlos a la posteridad.
Y así, en el estilo y con los métodos de Tucídides, entregóse a la composición de la historia del sultán conquistador, desde los principios de su reinado hasta 1467: Historia de Mahmud II (v.). En ello debió ocuparse durante la última etapa de su permanencia en Imbros. Más tarde se retiró al Monte Athos, pasando los postreros años de su vida en la serenidad de la paz monástica y entregado a la redacción de textos religiosos.
B. Lavagnini