Historiador romano, que vivió aproximadamente del 19 a. de C. al 31 d. de C. Sus Historias (v.) nos facilitan algunas noticias respecto de su actividad y de las tradiciones militares de su familia, de las que estaba muy orgulloso. Procedía de Campania. Entre sus antepasados maternos figuraban Decio Mayo, que había permanecido fiel a Roma cuando Aníbal ocupó Capua, y Minacio Mayo, el cual luchara en la guerra social junto a Roma con una legión y obtuvo como recompensa la ciudadanía romana. El abuelo paterno fue «praefectus fabrum» bajo Pompeyo, y el padre había militado en Germania en la caballería. Durante el reinado de Augusto V. estuvo largo tiempo en Oriente, con el grado de tribuno; luego, en la época de Tiberio, y por nueve años, fue prefecto de la caballería y legado en Germania y Panonia; posteriormente, desempeñó el cargo de cuestor el año 6, y el de pretor el 15.
Debió de emplear el resto de su vida, período acerca del cual carecemos de noticias, en la composición de su obra historiográfica, dedicada a Vinicio, cónsul el año 30. De tal producción, llegada hasta nosotros incompleta al principio y carente de la parte que abarca el tiempo transcurrido entre Rómulo y la batalla de Pinda, nos interesa en particular la última porción, única descripción contemporánea de los principados de Augusto y Tiberio. El autor escribe con el entusiasmo y la ligereza del diletante; el interés biográfico le induce a atribuir gran importancia al papel desempeñado en la historia por algunos individuos; además, revela el culto al Estado y al Imperio, y ensalza el reinado de Tiberio con exageración. En este último aspecto los juicios de V. contradicen singularmente, y hasta cierto punto equilibran, los criterios meramente negativos de Tácito y Suetonio.
F. Codino