Sólo sabemos de este poeta que floreció en la corte napolitana de Alfonso el Magnánimo. Cantó a la favorita del rey, Lucrecia del Anno, «en la mejor edad de su belleza».
Fue un virtuoso del «desir» y la canción ligera. Sus serranillas, agrestes y crudas, a pesar de las .notas de ambiente italiano, parecen un retroceso hacia los tiempos del Arcipreste de Hita. En la elegía Por la muerte de Jaumot Torres, capitán de los ballesteros del rey, el tono se eleva y se hace sonoro (v. Poesías).
La obra de este interesante poeta ha sido recogida en el Cancionero castellano del siglo XV, ordenado por Foulché-Delbosc (Madrid, 1915).